
Esta es la tercera entrega de una trilogía dedicada a la meditación Vipassana.
En la primera parte hablamos sobre mi conexión con la técnica y en la segunda parte sobre sus fundamentos filosóficos.
Aquí hablaremos sobre la meditación propiamente dicha y sus beneficios.
¿Qué es la meditación Vipassana?
Una vez visto a groso modo en que consiste el pensamiento de la técnica podemos hablar propiamente dicho de Vipassana
¿Qué es Vipassana?
Es observar las cosas tal y como son.
Observar el sufrimiento es la primera consideración que se hace.
Ya estamos en el cuarto día de meditación, el cuerpo se ha acostumbrado a los horarios, la comida y el ejercicio de la técnica. Esto ha llevado a contemplar este sufrimiento con serenidad, con paz.
La mente en este punto se encuentra fina y concentrada, las impurezas se han comenzado a desvanecer.
Caminamos por la vida con un cierto grado de ceguera, viendo la realidad borrosa; tropezamos, tomamos caminos erróneos, andamos inseguros.
Para andar en la vida con confianza se hace necesario ponerse unas gafas que te ayuden a despejar el panorama. La meditación Vipassana es colocarse esas gafas.
Vas a la tienda pides tu formula y sales a la calle con gafas nuevas. “veo todo extraño, siento mareo” Así es el proceso de meditar.
Para comenzar a aclarar tu vista se hace necesario afinar tu mente, limpiar las impurezas que se encuentran en lo m√°s profundo de nuestro subconciente.
El mundo de las sensaciones
Después de observar por varios días la respiración e ir afinando poco a poco el punto de concentración, el cual se centra en la entrada de la nariz, estás listo para empezar a observar las sensaciones de tu cuerpo.
Según el Buda, la persona que descubrió esta técnica de meditación, las sensaciones del cuerpo son la conexión entre la mente y el cuerpo.
Cuando piensas, reaccionas, anhelas, sientes rechazo, aparece una sensación (dolor, frio, calor, palpitación, sudor, entumesimiento, presión, picor, cosquilleo) todo lo que vives en tu vida se transmite por medio de una sensación, así cuando experimentas alegría, esta se traduce en una sensación corporal; enamorarse, celos, sentirse engañado, estar de mal genio. Todo tiene una sensación en alguna parte del cuerpo. Por ejemplo cuando tengo rabia siento calor en el estómago, esta sensación va subiendo por mi  cuerpo hasta llegar la cabeza.
Cuando te pones tus nuevas gafas de la conciencia, el mundo que empiezas a descubrir es el mundo de las sensaciones, no hay nada que este en el exterior que no se transmita en el cuerpo.
Vipassana y la impermanencia
Para el Buda las sensaciones son el método para salir de la desdicha, del sufrimiento. Observar con sabiduría es entender que las sensaciones es un proceso bioquímico que sucede en el cuerpo, y como tal tiene un estado temporal, surge y desaparece.
La premisa es que cualquier sensación es impermanente, en ocasiones tenemos sensaciones dolorosas, algunas otras placenteras, su naturaleza no tiene importancia. Lo real, lo verdadero es su naturaleza de cambio, de impermanente (la primera noble verdad).
Cuando me imagino un viaje, imagino comer rico, conocer sitios hermosos, encontrarme con otras costumbres, esto produce en mí una sensación agradable en el cuerpo, quizás palpitaciones, o me imagino el sabor de la comida y empiezo a salivar más rápidamente.
Por el contrario, cuando escucho una critica sobre mi que me altera, suceden cosas que no quiero que sucedan o no suceden cosas que quiero que sucedan, en estos momentos surgen en mi sensaciones de malestar, calor, dolor en el cuerpo.
Lo realmente importante es la naturaleza de impermanente, no importa si son placenteras o dolorosas ambas son impermanentes, por ende no tiene sentido sentir apego, sentir aversión por ningún tipo de sensaciones, ya que en algún momento, tarde o temprano van a desaparecer.
Esto es la clave de vipassana, entender que el mundo son sensaciones que surgen y desaparecen.
Y aquí aparece la premisa del Buda:
¿Qué sentido tiene apegarse a algo material, si mi sensación va a desaparecer?, tengo un carro, después quiero otro carro, más moderno, quizás dos carros, una camioneta, con esto no es suficiente, quiero más, quizás un yate, mejor un avión.
En la carrera de desear  sufrimos un descontrol de nuestra mente. Las enfermedades nunca van a desaparecer sino se quita de raíz, la raíz es observar la naturaleza de las emociones.
En  teoría esto es entendible, mentalmente lo comprendemos. La practica de vipassana se llama el arte de vivir.
El arte de vivir
Cuando vas a un curso de meditación Vipassana, empiezas a observar las distintas sensaciones del cuerpo. Hay una hora en la cual no te puedes mover. Allí van  a surgir fuertes dolores, seguramente acompañados de un dolor mental, recuerdos que te atormentan que salen acompañados con el dolor físico.
El arte de vivir es convivir con ecuanimidad. Surge un dolor, lo observo tal y  como un científico observa la experiencia, no me apego ni siento rechazo ¿Dónde surge el dolor? ¿Cuál es el foco de intensidad? ¿es más intenso en esta o en esta otra parte?
Cuando empiezas a observar el mundo con las gafas de la ecuanimidad, las sensaciones empiezan a disolverse, empiezas a vivir la verdadera felicidad.
Porque deberías aprender el arte de vivir
Siempre pienso que si la gente en verdad quisiera ser feliz simplemente meditaria
- Creemos que si tenemos la pareja de nuestros sueños (inteligente, estabilidad económica, valores similares, es atractivo (a)) nos sentiremos plenos y realizados.
- Si tenemos el trabajo de nuestros sueños con buenos beneficios, , o tenemos una buena posición económica y social podremos ser felices.
- Si goz√°ramos de salud, una buena familia, si todos a mi alrededor est√°n bien, yo estoy bien.
Todas esas premisas son falsas, ni la pareja ideal, ni el éxito en los negocios, ni una salud envidiable, o una vida llena de viajes, lujos confort te lleva a la felicidad. Lo unico cierto es que todo va a desaparecer, y te pregunto ¿estas preparado para ese momento?
El secreto de la vida es gozar de felicidad. Muchas veces pasan cosas que no queremos que pasen y no pasan cosas que queremos que pasen, simplemente aprende el arte de vivir.
Mi historial
¿Por qué te hablo sobre Vipassana?
Bueno, he hecho ya carrera en esta técnica y desde el 2009 ha sido recurrente mi practica, aquí el listado de los cursos de 10 días que he asistido tanto como meditador y como servidor.
- Medellín (2009)
- Medellín (2010)
- Caracas Venezuela (2010)
- Bogot√° (2011)
- Medellín (2012)
- Bogotá –servicio (2015)
- Cali (2016),
- Santiago de Chile-servicio (2018)
- Medellín (2020)
Consejos si quieres hacer un curso de Vipassana
Siempre existen ciertos temores, ya sea por la practica en si o por la organización del curso que puede hacer que juegue en nuestra contra.
Llego el momento de aclarar estas dudas para que tu estancia en un curso Vipassana sea lo mejor posible.
La logística
He visto gente que se las arregla durante 10 días con un morral de mano (eso que se utilizaban en el cole). También he visto personas llegar con maleta para viajes internacionales.
La comodidad depende de la infraestructura del centro y de tu propia comodidad. Hay sitios que cuentan con baño privado (para 1, 2 o 3 camas) y centros con una única batería de baños. En los primeros es mas fácil el aseo y lavar ropa. Por eso aconsejo llevar ropa interior para 4 o 5 días, e irla lavando.
Ropa
Utilizar sudaderas, en mi caso 2 o 3 están bien. Unas 4 camisetas y algo de ropa para el frio durante la noche. Por supuesto, todo dependerá del clima local y la estación.
Siempre es bueno llevar la mente flexible e irte adaptando a las circunstancias, en Chile, por ejemplo, era invierno y prácticamente dormía con pantalón, medias y dos camisas. Allí era imposible bañarse (por lo menos un baño agradable) así que me bañaba lo estrictamente necesario y espere a que se acabara el curso para darme el baño esperado.
Cojín de meditación
Para mi, lo único con lo que si vale la pena llevar fuere lo que fuere es el cojín de meditación y una almohada para dormir. Esto es valioso en especial si vas a asistir a tu primer curso.
El cojín de meditación es tu piedra angular del curso. He visto como los novatos llevan butacas de madera, cojines especiales, casi que montan camas en la sala de meditación y después se dan cuenta que nada de eso funciona; la incomodidad es la misma, con una u otra cosa. Por eso te aconsejo que si nunca has meditado compra un cojín o dos de buena resistencia, en el que veas que puedes resistir 12 horas diarias sentado/a, pruébalo en casa meditando por una hora y ojala sea fácil de llevar.
Recuerdo que para mi primer curso mi amiga y yo mandamos hacer un cojín lleno de lentejas, era muy cómodo y se acomodaba al peso del cuerpo, pero era bastante pesado de llevar.
La almohada para mi es importante. He visto a gente improvisar con ropa cuando en los centros de meditación no hay este elemento, se les ve pasar muy mal la noche.
La cama va a ser tu único apego a la comodidad y el descanso. Intenta que sea lo mejor posible estos pocos momentos en los que puedes descansar y recuperar energía.
Quitar la mente
En términos generales las personas encuentran la técnica lógica, libre de sectarismos y de tintes científicos. Las charlas y la práctica enfocan al estudiante a descubrir este cientificismo en la respiración, en las sensaciones. Eso es bueno porque da certeza sobre lo que se está practicando.
Pero…
He visto a personas que han asistido a cursos y se dejan llevar por su mente racional, indagando las bases teóricas de las practicas. Se preguntan como la mente interactúa con el cuerpo a través de las sensaciones. O mil preguntas que les impide llevar la técnica a la practica libre de dogmas.
El aprendizaje en Vipassana es del cuello hacia abajo. Así que un buen consejo, es ir, escuchar las charlas, preguntar cuando haya dudas, pero siempre, siempre: practicar.
Después de varios cursos es fácil encontrar nuevo sentidos a las charlas o entender los ejes fundamentales de la meditación.
Que la duda, el pensamiento, la racionalidad no se conviertan en un obst√°culo y parte de tu ego para hacer cambios importantes en tu vida.
¬øY mi creencia?
En mi primer curso como servidor lleve a una amiga a su primer Vipassana. Venia de una familia católica con bastante apego a sus creencias. Al final del curso comprobé como el curso fue un golpe a sus creencias, intentó huir por miedo a la práctica, a que lo que estaba practicando era budismo, alejado de lo que le habían enseñado.
Hizo el primer cursos y nunca más volvió a sentarse a meditar. Sus creencias fueron más fuertes que la técnica, que la gema que había incorporado en su vida, para ella fueron 10 días de experiencia mística, algo que contarle a sus hijos, pero no más.
Lo que ella no vio fue que con este único curso ya había hecho una cirugía a su mente. El curso le había quitado las ganas de fumar (fumaba tres cigarrillos diarios). Hecho que ella misma comprobó. Pero, sus post operatorio resulto mal, nunca más volvió a la práctica y luego de algunos años volvió a fumar.
Me da pena por ella, desaprovecho una oportunidad √∫nica gracias a sus creencias.
He visto meditar a seminaristas. Esto no es una creencia, es una técnica, como aprender a dibujar. Si vas a dibujar es inevitable no aprender del entorno que rodea la técnica (historia, utilidad, ejemplos) . Pero son aspectos que en definitiva puedes prescindir, a ti solo te interesa saber manejar un pincel y aplicar el color, lo demás es añadidura.
Esto mismo es Vipassana, en lo que respecta a la técnica, observar la respiración, las sensaciones y no reaccionar a ellas es la técnica en su esencia. Esto no es sectarismo, ni dogma, esto es universal. No vale la pena desperdiciar la técnica solo porque no te gusta la historia, seria incomprensible.
El día 10
El ultimo día ha llegado, se puede hablar y todos están ansiosos por este momento. Los amigos, las parejas o familiares que llegaron juntos al curso buscan la manera de compartir experiencias, todo aquí es jubilo, alegría, la operación a la mente ha terminado.
El curso es muy insistente al decir que una vez comiences un curso por nada del mundo, pase lo que pase, renuncies a el. Estas en medio de una cirug√≠a y lo que menos quisieras es interrumpirla. Como quedar√≠a tu mente al decirte: “no pude, me quedo grande este curso”
Por eso este día es una recompensa a tu persistencia, el silencio ha terminado, puedes ser tu propio maestro y compartir los favores recibidos al mundo.
Beneficios
Ecuanimidad
El eje central de la meditación es la ecuanimidad. No muy lejos de haber finalizado un curso estarás envuelto en una situación y donde antes reaccionabas de cierta manera, veras que esa reacción con el paso del tiempo y ayudado por la práctica diaria ira perdiendo fuerza.
Si antes te ofuscabas ante un determinado acto, esa ofuscación con Vipassana será más corta. Este es el principal barómetro para medir el avance con la técnica.
Nuevos h√°bitos
Cada curso lo vivo como un nuevo reseteo de vida. Es un cambio de chip por 10 días, prácticamente abandonas tu modos operandi para vivir como monje, no hay mejor manera de adquirir un nuevo estilo de vida ayudado por este reseteo.
Después de finalizar un curso Vipassana te darás cuenta que levantarse a las 4 de la mañana para meditar no es tan difícil como lo pensaste, tu cuerpo agradece haber comido vegetariano y además, te aseguro que la comida te va a encantar, estarás intrigado por aprender algunas de las recetas que se comparten en el curso y volver a comer carne (si eres omnívoro) te será un poco difícil.
Este reseteo físico te ayudara para que empieces a diseñar tu nueva agenda y estilo de vida que quieres adquirir, por lo menos Vipassana te lo hará más sencillo.
Menos es m√°s, la felicidad de lo simple
Se hace evidente esta verdad mientras se medita. Allí solo tienes tu cojín, tu ropa y nada más. Prácticamente vives de la mendicidad, ese estado de simpleza es suficiente para ser feliz. Observaras la naturaleza, los pajaritos o simplemente tomar el sol, como un acto único, agradecerás tener la valentía de estar allí, de salirte de la fila y dedicarle 10 días de tu vida a esta nueva forma de vivir y concluirás que se necesita muy pero muy poco para ser feliz.
Entender la mente
Cuando se acaba el ruido exterior se encienden los parlantes internos, tu mente, como un caballo indomable disertaras sendos discursos mentales (ya que no puedes hablar) sobre la técnica, las instalaciones, tus compañeros de meditación. Es fácil que en determinados momentos, por ejemplo, con la comida, empieces a hacer criticas y juicios sobre las personas: la cantidad de comida que se sirven, lo rápido o despacio que se mueven, los ronquidos, etc.
Entenderás que tu mente buscara cualquier excusa para estar hablando, para no estar presente, para no permanecer en el vacío. Y por supuesto para no ser tolerante.
Todo en el curso o en la vida dice algo de ti
Cada persona lleva un proceso diferente, vas a vivir muchas situaciones que evidenciaran tu falta de ecuanimidad. Cualquier situación que te debilite, no solo en el curso sino en la vida, reflejara algo de ti, te enseñara algo. Todo en el curso es enseñanza  y por supuesto reflejaran tu estado emocional.
Agradecer el dolor
Ya que es una de las maneras más fáciles para calibrar tu ecuanimidad. En el curso lo haces sentado, observando las sensaciones; pero en la vida el dolor viene acompañado de perdidas, ruina o muerte. Así que la mejor manera para aprender a nadar en este océano de desdicha es meditar, meditar con juicio, con paciencia y persistencia.
Conclusiones finales
¬øEstas dudando de ir?
Hazlo
Fue el mejor regalo que una amiga me hizo. Fue lo mejor que pude haber decidido.
Ve sin mente, sin expectativas, únicamente con la convicción de que hay algo allí que necesitas, puede ser una frase, un discurso, una practica o quizás una nueva forma de vivir. Son tantos los beneficios que la lista anterior fue hecha muy esquemáticamente: se activa la intuición, mejora la relación contigo mismo(a), con tus familiares, con el trabajo, incrementa tu atención y concentración en tu vida laboral, te vuelves más asertivo en la toma de decisiones. De quitar impurezas mentales ni hablemos: cigarrillo, alcohol. Vipassana es trabajista, la pereza se va a ir, también el victimismo, el dolor, el rencor. Por supuesto, aumenta el agradecimiento, el perdón, la benevolencia, el amor a todos los seres vivos, la aceptación y el servicio.
Son tantos los regalos que te da Vipassana que me parece imposible que una persona (sin importar su creencia religiosa) no se de la oportunidad de ir. Por supuesto, no todo se hace en un solo curso, la practica diaria y la fe por la técnica te mantendrán firmes.
Hoy quiero darte este regalo, y si lo haces, por favor escríbeme, estaré orgulloso de haberte ayudado con tu vida.
Un abrazo.